Antecedentes y Fundamentación
ANTECEDENTES
Chile Solidario establece una nueva etapa en el desarrollo de las políticas sociales en nuestro país. Es un Sistema de Protección Social que busca coordinar recursos y acciones para que las 225 mil familias más pobres del país superen su condición. Sobre esta base, es posible visualizar la existencia en el país de una red de protección social y establecer compromisos de orientar los programas, las prestaciones, desarrollando capacidades que habilitan, bajo un enfoque centrado en la familia, en sus derechos y en las redes de servicios públicos disponibles. Chile Solidario trabaja con las familias en extrema pobreza, para apoyar su promoción hacia condiciones de mayor calidad de vida y bienestar.
En este sentido, las redes de protección social se generan, permanecen y operan con el objetivo de apoyar y mantener sobre ciertos pisos, a todos y cada uno de los chilenos y chilenas. Y, por supuesto, el compromiso del país es comenzar privilegiando a aquellos que hoy se encuentran por debajo de esa red de protección, cuya altura ha sido definida en el Sistema Chile Solidario.
La ley Nº 19.949 del 5 de Junio de 2004, que establece un sistema de protección social para familias en situación de extrema pobreza denominado Chile Solidario, formaliza y le da marco legal a la iniciativa que se venía desarrollando desde el año 2002.
En su artículo 1º, dicho cuerpo legal señala créase el sistema de protección social denominado Chile Solidario, dirigido a las familias y sus integrantes en situación de extrema pobreza, cuyo objetivo es promover su incorporación a las redes sociales y su acceso a mejores condiciones de vida. Por su parte, el artículo 2º describe el sistema creado señalando Chile Solidario considera acciones y prestaciones para familias y personas en situación de extrema pobreza, que consisten en apoyo psicosocial, acceso al subsidio familiar de la ley Nº 18.020, a las pensiones asistenciales del decreto ley Nº 869, de 1975, al subsidio al pago del consumo de agua potable y de servicio de alcantarillado de aguas servidas de la ley Nº 18.778, y al subsidio pro retención escolar, de acuerdo a lo establecido por la ley Nº 19.873, sin perjuicio del acceso preferente a otras acciones o prestaciones que se implementen o coordinen a través de Chile Solidario.
De este modo, la ley define tres componentes esenciales en el tránsito de las familias por el sistema Chile Solidario.
1º Apoyo psicosocial personalizado y Bono de Protección
El artículo 4º de la ley señala que el apoyo psicosocial consiste en un acompañamiento personalizado a los beneficiarios incorporados a Chile Solidario, por parte de un profesional o técnico idóneo, con el objeto de promover el desarrollo de las habilidades personales y familiares necesarias para satisfacer las condiciones mínimas de calidad de vida definidas, y en una estrategia de intervención destinada a fortalecer la vinculación efectiva de los beneficiarios con las redes sociales y el acceso a los beneficios que están a su disposición.
Este componente es desarrollado por el Programa Puente: entre la familia y sus derechos, que ejecuta el Fondo de Solidaridad e Inversión Social (FOSIS) en conjunto con las Municipalidades.
La intervención psicosocial que se realiza tiene una duración de 24 meses y consiste en una secuencia de sesiones de trabajo con la familia en su domicilio a partir de la aplicación de una metodología pedagógico lúdica, que le permite a la familia ir cumpliendo etapas en el proceso de intervención.
Se identifica una etapa intensiva durante los seis primeros meses, con una intensidad de contacto decreciente entre el Apoyo Familiar y la familia (semanal, quincenal y mensual) centrada en el reconocimiento y valoración por parte de la familia de su capital y la revisión del estado de cumplimiento de las 53 condiciones mínimas que define el Programa, organizadas en siete dimensiones: identificación, salud, educación, dinámica familiar, habitabilidad, trabajo e ingresos.
2º Subsidios monetarios garantizados
El artículo 7º de la ley 19.949 señala que los beneficiarios de Chile Solidario que reúnen los requisitos de procedencia establecidos en la ley Nº 18.020 y en el decreto ley Nº 869 de 1975, accederán al subsidio familiar y a la pensión asistencial que contemplan dichos cuerpos legales, no siendo aplicables a su respecto los procedimientos de postulación y de asignación previstos en dichos cuerpos legales. Estos beneficios serán asignados dentro de los doce meses siguientes al ingreso al sistema y se devengarán a contar del primer día del mes siguiente al de su concesión.
Por su parte el artículo 8º de la mencionada ley señala que a las personas y familias beneficiadas por el sistema Chile Solidario que cumplan con los requisitos de la ley Nº 18.778, les corresponderá el subsidio al pago del consumo de agua potable y de servicio de alcantarillado de aguas servidas allí establecido. En estos casos, el subsidio será equivalente al 100% sobre los cargos fijos y variables de su consumo mensual que no exceda de 15 metros cúbicos, por un período de tres años contados desde su concesión. Este subsidio será asignado dentro de los doce meses siguientes al ingreso al sistema y se devengará a contar del primer día del mes siguiente al de su concesión.
3º Acceso preferente a programas de promoción social
Como una forma de apoyar el cumplimiento de las condiciones mínimas de calidad de vida definidas por el sistema y trabajadas en profundidad durante la permanencia de las familias en el Programa Puente (componente de apoyo psicosocial), y su mantención en el tiempo, más allá de los límites de dicho componente, el Sistema le reconoce a las familias un acceso preferencial a todos aquellos programas, servicios, beneficios y/o prestaciones de las que dispone el Estado para atender las necesidades básicas y de desarrollo de las familias incorporadas al Sistema Chile Solidario.
El funcionamiento de este componente demanda mantener actualizado el catastro o inventario de estos programas y prestaciones, y suscribir convenios de colaboración y/o transferencia de recursos con las instituciones del Estado responsables de la provisión de estos servicios o beneficios.
La oferta pública y privada existente en cada comuna no siempre es suficiente y pertinente, por lo que ha sido necesario desarrollar iniciativas conjuntas con instituciones públicas y privadas para complementar y aumentar la oferta de bienes y servicios disponibles para las familias. Esta es una de las tareas centrales que desarrolla el Sistema Chile Solidario: analizar la oferta disponible en los distintos Ministerios y Servicios Públicos que puede incluirse como parte de la red de programas, servicios y beneficios de acceso preferente a las familias que se integran al Chile Solidario a partir de su participación en el Programa Puente. Este análisis también implica el diseño de nuevos programas o beneficios que son necesarios para que las familias puedan avanzar en el cumplimiento de las condiciones mínimas de calidad de vida definidas y en mantenerlas en el tiempo.
Para seguir desarrollando un Sistema de Protección Social, como el que ha comenzado por visibilizarse e integrarse a través del Chile Solidario, se necesitará de un apoyo tecnológico, logístico, de capacitación de recursos humanos, informativo y evaluativo de importante envergadura.
Es por ello que el Gobierno de Chile, a través del Ministerio de Planificación -institución encargada por el Presidente de la República para gestionar las labores del Chile Solidario- en un trabajo discutido con la Dirección de Presupuesto del Ministerio de Hacienda, cuenta con una propuesta de trabajo para el período 2004 -2006, que permita contar con un Sistema de Protección Social gestionado con las mejores técnicas y tecnologías de información, monitoreo y evaluación, y que asegure que las agencias y sus funcionarios directamente involucrados, adquieran las capacidades necesarias para gestionar eficientemente este Sistema. El MIDEPLAN, a través de esta propuesta de trabajo, tendrá la capacidad de asegurar el buen término del Sistema Chile Solidario en esta primera fase y asegurar que la experiencia de las familias intervenidas generará adecuadas y oportunas líneas de acción futuras.
La propuesta de trabajo, denominada Proyecto de Asistencia Técnica Banco Mundial, ha sido dividida en cuatro componentes temáticos, que son los que se identifican como las cuatro dimensiones dentro de las cuales operará este proyecto, para el perfeccionamiento del Sistema de Protección Social Chile Solidario. Los cuatro componentes, generarán un trabajo integrado y multidisciplinario que permitirá dejar instaladas las capacidades en el Estado y la sociedad, para permitir la operación de un sistema que asegure a todos los chilenos el acceso a los mercados y redes sociales del país.
FUNDAMENTACIÓN
Es indudable que las profundas modificaciones en las sociedades actuales producto de la introducción intensiva de las tecnologías de información y comunicación se dejan ver en las esferas más cotidianas de las personas.
La sociedad de la información se ha venido describiendo, desde hace no pocos años, como un nuevo contexto social estructurado sobre la base de las redes de comunicación e intercambios de alcance global. Sin duda será Manuel Castells el cuentista social que haya marcado mayor impronta en el estudio de los cambios sociales surgidos con el advenimiento de esta verdadera revolución tecnológica. En su extensa obra plantea que la base material de esta nueva sociedad se reproduce a través de una morfología social de red. La convergencia de la evolución social y las tecnologías de información ha creado una nueva base material para la realización de actividades por toda la estructura social. Esta base material, compuesta por redes, marca los procesos sociales dominantes, con lo cual organiza la misma estructura social
Esta sociedad red se expande y contrae más allá de los límites de las naciones conocidas, siguiendo una globalización económica y cultural, surgida ya, con la expansión comercial de las tecnologías de red y los medios de comunicación. Sin embargo, junto con esta extensión de los intercambios potenciados por las tecnologías digitales y las redes de comunicación, un grupo importante de la población de América Latina no tiene las oportunidades de acceso a los beneficios de la información, la comunicación y la formación de capital humano utilizando todo el potencial de las TIC.
De modo que, la pobreza no puede considerarse exclusivamente como una carencia de recursos materiales o financieros. El acceso a la información disponible para mejorar las condiciones de vida de las familias pobres, va emergiendo como una de las observaciones más recurrentes en las instituciones internacionales de promoción del desarrollo. Los pobres carecen no solo de recursos materiales y financieros. La carencia de información es de varios tipos. Primero, ellos carecen de información (acerca de recursos, herramientas, procesos) que podría ayudarlos a ser más productivos, o respecto a nuevas oportunidades para aumentar sus ingresos
La información (por cierto, en conjunto con el apoyo psicosocial y las prestaciones monetarias) resulta un recurso de mucho valor en el acceso a mejores oportunidades para superar la falta de otras carencias materiales. En este esfuerzo por generar mejores accesos a los recursos informacionales necesarios para enfrentar las situaciones de pobreza, las TICs tienen un rol fundamental. Tal como se reconoce en el marco de las estrategias nacionales para la sociedad de la información, las TICs son, no sólo consecuencia del desarrollo, sino también, una herramienta de primera importancia en la promoción del desarrollo. La adopción de este nuevo paradigma basado en los sistemas de las TIC está íntimamente relacionado con el grado de desarrollo de la sociedad. Sin embargo, la tecnología no es solo fruto o consecuencia del desarrollo, sino también y en gran medida, uno de sus motores, una herramienta de desarrollo.
Las nuevas tecnologías de información y comunicaciones, en tanto herramientas de desarrollo, hacen posible la construcción de sistemas de aprendizaje donde la tecnología se convierte en un medio dispuesto al servicio de los procesos de aprendizaje. La planificación del proceso formativo debe ser tal que las tecnologías estén al servicio del aprendizaje de alumno. Por lo tanto, tal como nos indica Duart y Sangrá Es necesario poner las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación al servicio del estudiante y al servicio del proceso de aprendizaje. Así la tecnología se convertirá en un medio, un valor añadido y no una finalidad en sí misma
La posibilidad de tener disponible inmensos volúmenes de información, de proponerse rutas de aprendizaje guiados por un tutor, la lógica de hipervínculo de los materiales didácticos en Internet, las habilidades para distinguir calidades de información y operar su procesamiento, la generación de vínculos cotidianos y significativos entre los sujetos (alumnos, tutores, docentes), contribuye a que los recursos educativos de los entornos virtuales entreguen las mejores oportunidades para adquirir competencias más permanentes de aprendizaje, entre los más relevantes, por cierto, el aprender a aprender. Este tipo de enfoque favorece el aprendizaje de contenidos diversos, no acepta desarrollar sólo conceptos para memorizar, sino que vela por trabajar aquello que capacite al estudiante como profesional en el sentido de saber hacer y saber ser, no sólo se centra en el saber. Todo este proceso ayuda a que el estudiante adquiera una autonomía progresiva y que asimile las estrategias básicas de estudio (capacidad para contrastar, analizar y sintetizar ). Todo esto le ayudará a aprender a aprender .
La sociabilidad en la red Internet es un fenómeno estudiado por diversos investigadores a lo largo de estos años. Un ejemplo ya clásico de estudio y conceptualización de las comunidades virtuales lo encontramos en el antropólogo californiano Howard Rheingold , quien observa que las comunicaciones a través de tecnologías de red permiten a las personas compartir sentimientos humanos, si estos intercambios permanecen durante un tiempo más o menos estable, podemos hablar de comunidades sociales. Siempre que las comunicaciones tecnológicas mediante ordenador son accesibles a personas de cualquier parte, inevitablemente construyen con ellas comunidades.
Las comunicaciones electrónicas hacen posible intercambios variados, con la estabilidad y la profundidad de cualquier relación humana, por lo tanto, en la permanencia de la interacción y el intercambio y la construcción de sentidos de identidad y pertenencia radica la posibilidad de construcción de comunidades virtuales.
Los antecedentes más inmediatos en torno al uso de las tecnologías de información y comunicaciones para fortalecer la sociabilidad, los procesos de reflexión sobre la práctica y la participación en instancias de aprendizaje regular, los encontramos en la Comunidad de Aprendizaje Puente www.cpunte.cl , definida como un Sistema de Formación, Capacitación y Acompañamiento de las Unidades de Intervención Familiar. Esta iniciativa que integra se apoya tecnológicamente en una plataforma de comunidades y campus virtual, presenta un modelo de interacción y aprendizaje basado en la reflexión sobre la práctica (círculos de análisis sobre la práctica), red de intercambio de experiencias (Agencia), la oferta regular de cursos virtuales y presenciales (Instituto) y la formalización de aprendizajes y certificación de competencias (Universidad).
La Comunidad de Aprendizaje se caracteriza por constituirse en un espacio de intercambio y aprendizaje destinado a los Apoyos Familiares (AP) y los Jefes de Unidades de Intervención, profesionales FOSIS Puente, Agentes de Desarrollo Local FOSIS, y miembros de Redes Locales de Intervención.
Las diferencias fundamentales entre los servicios y consultorías que se solicitan para construir el Sistema de Capacitación a Distancia basado en Internet para Chile Solidario y la Comunidad de Aprendizaje Puente, se enmarcan en el propósito general que define el rol de ésta última, como de acompañamiento a la intervención social en familias de extrema pobreza, es decir, generar espacios de reflexión, intercambio y aprendizaje para quienes tienen la tarea de contención e intervención bajo la metodología Puente.
Si bien, el Sistema Chile Solidario incorpora la dimensión de apoyo psicosocial de la intervención Puente, la Comunidad de Aprendizaje no integra en sus actividades uno de los énfasis estratégicos de la capacitación del PATCHS, esto es, las prácticas de gestión del Sistema Chile Solidario. En rigor, ambas iniciativas se diferencian por el público atendido y por los objetivos propuestos.
Los procesos de toma de decisiones en el ámbito del Sistema Chile Solidario, presentan una complejidad adicional por las configuraciones culturales de las instituciones participantes (Servicios públicos, privados, grupos de interés, etc.) poco familiarizadas con la articulación en redes de relaciones y trabajo conjunto. Es por ello que, se requiere pensar en un sistema de información de apoyo decisional que otorgue operatividad al sistema de protección Chile Solidario, basado en el desarrollo de nuevas herramientas y que tenga las siguientes características:
a. Que incorpore el aprendizaje social con un fuerte énfasis en la participación de no expertos.
b. Que opere en tiempo real uniendo conocimiento y acción,
c. Que sea de carácter descentralizado, que privilegie las regiones y las localidades como una forma de comprometer a la población afectada.
En este contexto se inscribe el desarrollo de la plataforma tecnológica SIIS Sistema Integrado de Información Social - Chile Solidario, concebido con una estructura modular orientada a apoyar la gestión a partir del fortalecimiento de la conectividad del dispositivo asociativo nacional, regional, provincial y comunal, de la planificación, seguimiento y control de las familias adscritas al Sistema de Protección Social (Ley 19.949). El sistema SIIS está orientado a apoyar a las e instituciones personas que trabajan en el logro de los objetivos del Chile Solidario, a partir del desarrollo de herramientas tecnológicas que maximicen sus capacidades y competencias para su efectivo desempeño.
En la actualidad, con la implementación de los Módulos de Monitoreo Familias Puente y Seguimiento Post-Puente, el SIIS configura un observatorio social para gestionar, tanto la demanda de las familias insertas en el sistema de protección social, favoreciendo mayores niveles de pertinencia de la oferta publica programática como de subsidios en dichos ámbitos.
Los distintos módulos que conforman la plataforma informática del sistema de seguimiento y gestión, se estructuran sobre el concepto de capital social, y se orientan a facilitar el trabajo en Red de distintas instituciones y articular los compromisos sectoriales (convenio-metas) con las demandas de prestaciones, para la satisfacción de condiciones mínimas de las familias CHS. La plataforma informática basada en el concepto de Capital Social nos permitirá transitar de modelos basados en tablas y gráficos estadísticos, a imágenes virtuales y dinámicas del territorio en el que habitan las familias de extrema pobreza representándolos de manera integral con sus características ambientales, productivas, de infraestructura, de servicios entre otras, para establecer a través del dialogo y del auto aprendizaje, los escenarios posibles de desarrollo que modifiquen aquellos aspectos estructurales que condicionan la satisfacción de sus necesidades humanas fundamentales.
En este contexto, la incorporación de tecnologías para el aprendizaje en red adquiere sentido estratégico al ser parte de la plataforma SIIS como un soporte de interacción social y de aprendizaje continuo asociado a las prácticas de gestión del Sistema Chile Solidario. La integración de plataformas de información y sistemas de aprendizaje será crucial para promover un cambio cultural en las personas y organizaciones que llevan adelante la política social de superación de la extrema pobreza en nuestro país, a través la introducción de nuevos modelos de trabajo en red y el uso intensivo de las tecnologías de información y comunicaciones para la gestión y el aprendizaje.
Chile Solidario establece una nueva etapa en el desarrollo de las políticas sociales en nuestro país. Es un Sistema de Protección Social que busca coordinar recursos y acciones para que las 225 mil familias más pobres del país superen su condición. Sobre esta base, es posible visualizar la existencia en el país de una red de protección social y establecer compromisos de orientar los programas, las prestaciones, desarrollando capacidades que habilitan, bajo un enfoque centrado en la familia, en sus derechos y en las redes de servicios públicos disponibles. Chile Solidario trabaja con las familias en extrema pobreza, para apoyar su promoción hacia condiciones de mayor calidad de vida y bienestar.
En este sentido, las redes de protección social se generan, permanecen y operan con el objetivo de apoyar y mantener sobre ciertos pisos, a todos y cada uno de los chilenos y chilenas. Y, por supuesto, el compromiso del país es comenzar privilegiando a aquellos que hoy se encuentran por debajo de esa red de protección, cuya altura ha sido definida en el Sistema Chile Solidario.
La ley Nº 19.949 del 5 de Junio de 2004, que establece un sistema de protección social para familias en situación de extrema pobreza denominado Chile Solidario, formaliza y le da marco legal a la iniciativa que se venía desarrollando desde el año 2002.
En su artículo 1º, dicho cuerpo legal señala créase el sistema de protección social denominado Chile Solidario, dirigido a las familias y sus integrantes en situación de extrema pobreza, cuyo objetivo es promover su incorporación a las redes sociales y su acceso a mejores condiciones de vida. Por su parte, el artículo 2º describe el sistema creado señalando Chile Solidario considera acciones y prestaciones para familias y personas en situación de extrema pobreza, que consisten en apoyo psicosocial, acceso al subsidio familiar de la ley Nº 18.020, a las pensiones asistenciales del decreto ley Nº 869, de 1975, al subsidio al pago del consumo de agua potable y de servicio de alcantarillado de aguas servidas de la ley Nº 18.778, y al subsidio pro retención escolar, de acuerdo a lo establecido por la ley Nº 19.873, sin perjuicio del acceso preferente a otras acciones o prestaciones que se implementen o coordinen a través de Chile Solidario.
De este modo, la ley define tres componentes esenciales en el tránsito de las familias por el sistema Chile Solidario.
1º Apoyo psicosocial personalizado y Bono de Protección
El artículo 4º de la ley señala que el apoyo psicosocial consiste en un acompañamiento personalizado a los beneficiarios incorporados a Chile Solidario, por parte de un profesional o técnico idóneo, con el objeto de promover el desarrollo de las habilidades personales y familiares necesarias para satisfacer las condiciones mínimas de calidad de vida definidas, y en una estrategia de intervención destinada a fortalecer la vinculación efectiva de los beneficiarios con las redes sociales y el acceso a los beneficios que están a su disposición.
Este componente es desarrollado por el Programa Puente: entre la familia y sus derechos, que ejecuta el Fondo de Solidaridad e Inversión Social (FOSIS) en conjunto con las Municipalidades.
La intervención psicosocial que se realiza tiene una duración de 24 meses y consiste en una secuencia de sesiones de trabajo con la familia en su domicilio a partir de la aplicación de una metodología pedagógico lúdica, que le permite a la familia ir cumpliendo etapas en el proceso de intervención.
Se identifica una etapa intensiva durante los seis primeros meses, con una intensidad de contacto decreciente entre el Apoyo Familiar y la familia (semanal, quincenal y mensual) centrada en el reconocimiento y valoración por parte de la familia de su capital y la revisión del estado de cumplimiento de las 53 condiciones mínimas que define el Programa, organizadas en siete dimensiones: identificación, salud, educación, dinámica familiar, habitabilidad, trabajo e ingresos.
2º Subsidios monetarios garantizados
El artículo 7º de la ley 19.949 señala que los beneficiarios de Chile Solidario que reúnen los requisitos de procedencia establecidos en la ley Nº 18.020 y en el decreto ley Nº 869 de 1975, accederán al subsidio familiar y a la pensión asistencial que contemplan dichos cuerpos legales, no siendo aplicables a su respecto los procedimientos de postulación y de asignación previstos en dichos cuerpos legales. Estos beneficios serán asignados dentro de los doce meses siguientes al ingreso al sistema y se devengarán a contar del primer día del mes siguiente al de su concesión.
Por su parte el artículo 8º de la mencionada ley señala que a las personas y familias beneficiadas por el sistema Chile Solidario que cumplan con los requisitos de la ley Nº 18.778, les corresponderá el subsidio al pago del consumo de agua potable y de servicio de alcantarillado de aguas servidas allí establecido. En estos casos, el subsidio será equivalente al 100% sobre los cargos fijos y variables de su consumo mensual que no exceda de 15 metros cúbicos, por un período de tres años contados desde su concesión. Este subsidio será asignado dentro de los doce meses siguientes al ingreso al sistema y se devengará a contar del primer día del mes siguiente al de su concesión.
3º Acceso preferente a programas de promoción social
Como una forma de apoyar el cumplimiento de las condiciones mínimas de calidad de vida definidas por el sistema y trabajadas en profundidad durante la permanencia de las familias en el Programa Puente (componente de apoyo psicosocial), y su mantención en el tiempo, más allá de los límites de dicho componente, el Sistema le reconoce a las familias un acceso preferencial a todos aquellos programas, servicios, beneficios y/o prestaciones de las que dispone el Estado para atender las necesidades básicas y de desarrollo de las familias incorporadas al Sistema Chile Solidario.
El funcionamiento de este componente demanda mantener actualizado el catastro o inventario de estos programas y prestaciones, y suscribir convenios de colaboración y/o transferencia de recursos con las instituciones del Estado responsables de la provisión de estos servicios o beneficios.
La oferta pública y privada existente en cada comuna no siempre es suficiente y pertinente, por lo que ha sido necesario desarrollar iniciativas conjuntas con instituciones públicas y privadas para complementar y aumentar la oferta de bienes y servicios disponibles para las familias. Esta es una de las tareas centrales que desarrolla el Sistema Chile Solidario: analizar la oferta disponible en los distintos Ministerios y Servicios Públicos que puede incluirse como parte de la red de programas, servicios y beneficios de acceso preferente a las familias que se integran al Chile Solidario a partir de su participación en el Programa Puente. Este análisis también implica el diseño de nuevos programas o beneficios que son necesarios para que las familias puedan avanzar en el cumplimiento de las condiciones mínimas de calidad de vida definidas y en mantenerlas en el tiempo.
Para seguir desarrollando un Sistema de Protección Social, como el que ha comenzado por visibilizarse e integrarse a través del Chile Solidario, se necesitará de un apoyo tecnológico, logístico, de capacitación de recursos humanos, informativo y evaluativo de importante envergadura.
Es por ello que el Gobierno de Chile, a través del Ministerio de Planificación -institución encargada por el Presidente de la República para gestionar las labores del Chile Solidario- en un trabajo discutido con la Dirección de Presupuesto del Ministerio de Hacienda, cuenta con una propuesta de trabajo para el período 2004 -2006, que permita contar con un Sistema de Protección Social gestionado con las mejores técnicas y tecnologías de información, monitoreo y evaluación, y que asegure que las agencias y sus funcionarios directamente involucrados, adquieran las capacidades necesarias para gestionar eficientemente este Sistema. El MIDEPLAN, a través de esta propuesta de trabajo, tendrá la capacidad de asegurar el buen término del Sistema Chile Solidario en esta primera fase y asegurar que la experiencia de las familias intervenidas generará adecuadas y oportunas líneas de acción futuras.
La propuesta de trabajo, denominada Proyecto de Asistencia Técnica Banco Mundial, ha sido dividida en cuatro componentes temáticos, que son los que se identifican como las cuatro dimensiones dentro de las cuales operará este proyecto, para el perfeccionamiento del Sistema de Protección Social Chile Solidario. Los cuatro componentes, generarán un trabajo integrado y multidisciplinario que permitirá dejar instaladas las capacidades en el Estado y la sociedad, para permitir la operación de un sistema que asegure a todos los chilenos el acceso a los mercados y redes sociales del país.
FUNDAMENTACIÓN
Es indudable que las profundas modificaciones en las sociedades actuales producto de la introducción intensiva de las tecnologías de información y comunicación se dejan ver en las esferas más cotidianas de las personas.
La sociedad de la información se ha venido describiendo, desde hace no pocos años, como un nuevo contexto social estructurado sobre la base de las redes de comunicación e intercambios de alcance global. Sin duda será Manuel Castells el cuentista social que haya marcado mayor impronta en el estudio de los cambios sociales surgidos con el advenimiento de esta verdadera revolución tecnológica. En su extensa obra plantea que la base material de esta nueva sociedad se reproduce a través de una morfología social de red. La convergencia de la evolución social y las tecnologías de información ha creado una nueva base material para la realización de actividades por toda la estructura social. Esta base material, compuesta por redes, marca los procesos sociales dominantes, con lo cual organiza la misma estructura social
Esta sociedad red se expande y contrae más allá de los límites de las naciones conocidas, siguiendo una globalización económica y cultural, surgida ya, con la expansión comercial de las tecnologías de red y los medios de comunicación. Sin embargo, junto con esta extensión de los intercambios potenciados por las tecnologías digitales y las redes de comunicación, un grupo importante de la población de América Latina no tiene las oportunidades de acceso a los beneficios de la información, la comunicación y la formación de capital humano utilizando todo el potencial de las TIC.
De modo que, la pobreza no puede considerarse exclusivamente como una carencia de recursos materiales o financieros. El acceso a la información disponible para mejorar las condiciones de vida de las familias pobres, va emergiendo como una de las observaciones más recurrentes en las instituciones internacionales de promoción del desarrollo. Los pobres carecen no solo de recursos materiales y financieros. La carencia de información es de varios tipos. Primero, ellos carecen de información (acerca de recursos, herramientas, procesos) que podría ayudarlos a ser más productivos, o respecto a nuevas oportunidades para aumentar sus ingresos
La información (por cierto, en conjunto con el apoyo psicosocial y las prestaciones monetarias) resulta un recurso de mucho valor en el acceso a mejores oportunidades para superar la falta de otras carencias materiales. En este esfuerzo por generar mejores accesos a los recursos informacionales necesarios para enfrentar las situaciones de pobreza, las TICs tienen un rol fundamental. Tal como se reconoce en el marco de las estrategias nacionales para la sociedad de la información, las TICs son, no sólo consecuencia del desarrollo, sino también, una herramienta de primera importancia en la promoción del desarrollo. La adopción de este nuevo paradigma basado en los sistemas de las TIC está íntimamente relacionado con el grado de desarrollo de la sociedad. Sin embargo, la tecnología no es solo fruto o consecuencia del desarrollo, sino también y en gran medida, uno de sus motores, una herramienta de desarrollo.
Las nuevas tecnologías de información y comunicaciones, en tanto herramientas de desarrollo, hacen posible la construcción de sistemas de aprendizaje donde la tecnología se convierte en un medio dispuesto al servicio de los procesos de aprendizaje. La planificación del proceso formativo debe ser tal que las tecnologías estén al servicio del aprendizaje de alumno. Por lo tanto, tal como nos indica Duart y Sangrá Es necesario poner las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación al servicio del estudiante y al servicio del proceso de aprendizaje. Así la tecnología se convertirá en un medio, un valor añadido y no una finalidad en sí misma
La posibilidad de tener disponible inmensos volúmenes de información, de proponerse rutas de aprendizaje guiados por un tutor, la lógica de hipervínculo de los materiales didácticos en Internet, las habilidades para distinguir calidades de información y operar su procesamiento, la generación de vínculos cotidianos y significativos entre los sujetos (alumnos, tutores, docentes), contribuye a que los recursos educativos de los entornos virtuales entreguen las mejores oportunidades para adquirir competencias más permanentes de aprendizaje, entre los más relevantes, por cierto, el aprender a aprender. Este tipo de enfoque favorece el aprendizaje de contenidos diversos, no acepta desarrollar sólo conceptos para memorizar, sino que vela por trabajar aquello que capacite al estudiante como profesional en el sentido de saber hacer y saber ser, no sólo se centra en el saber. Todo este proceso ayuda a que el estudiante adquiera una autonomía progresiva y que asimile las estrategias básicas de estudio (capacidad para contrastar, analizar y sintetizar ). Todo esto le ayudará a aprender a aprender .
La sociabilidad en la red Internet es un fenómeno estudiado por diversos investigadores a lo largo de estos años. Un ejemplo ya clásico de estudio y conceptualización de las comunidades virtuales lo encontramos en el antropólogo californiano Howard Rheingold , quien observa que las comunicaciones a través de tecnologías de red permiten a las personas compartir sentimientos humanos, si estos intercambios permanecen durante un tiempo más o menos estable, podemos hablar de comunidades sociales. Siempre que las comunicaciones tecnológicas mediante ordenador son accesibles a personas de cualquier parte, inevitablemente construyen con ellas comunidades.
Las comunicaciones electrónicas hacen posible intercambios variados, con la estabilidad y la profundidad de cualquier relación humana, por lo tanto, en la permanencia de la interacción y el intercambio y la construcción de sentidos de identidad y pertenencia radica la posibilidad de construcción de comunidades virtuales.
Los antecedentes más inmediatos en torno al uso de las tecnologías de información y comunicaciones para fortalecer la sociabilidad, los procesos de reflexión sobre la práctica y la participación en instancias de aprendizaje regular, los encontramos en la Comunidad de Aprendizaje Puente www.cpunte.cl , definida como un Sistema de Formación, Capacitación y Acompañamiento de las Unidades de Intervención Familiar. Esta iniciativa que integra se apoya tecnológicamente en una plataforma de comunidades y campus virtual, presenta un modelo de interacción y aprendizaje basado en la reflexión sobre la práctica (círculos de análisis sobre la práctica), red de intercambio de experiencias (Agencia), la oferta regular de cursos virtuales y presenciales (Instituto) y la formalización de aprendizajes y certificación de competencias (Universidad).
La Comunidad de Aprendizaje se caracteriza por constituirse en un espacio de intercambio y aprendizaje destinado a los Apoyos Familiares (AP) y los Jefes de Unidades de Intervención, profesionales FOSIS Puente, Agentes de Desarrollo Local FOSIS, y miembros de Redes Locales de Intervención.
Las diferencias fundamentales entre los servicios y consultorías que se solicitan para construir el Sistema de Capacitación a Distancia basado en Internet para Chile Solidario y la Comunidad de Aprendizaje Puente, se enmarcan en el propósito general que define el rol de ésta última, como de acompañamiento a la intervención social en familias de extrema pobreza, es decir, generar espacios de reflexión, intercambio y aprendizaje para quienes tienen la tarea de contención e intervención bajo la metodología Puente.
Si bien, el Sistema Chile Solidario incorpora la dimensión de apoyo psicosocial de la intervención Puente, la Comunidad de Aprendizaje no integra en sus actividades uno de los énfasis estratégicos de la capacitación del PATCHS, esto es, las prácticas de gestión del Sistema Chile Solidario. En rigor, ambas iniciativas se diferencian por el público atendido y por los objetivos propuestos.
Los procesos de toma de decisiones en el ámbito del Sistema Chile Solidario, presentan una complejidad adicional por las configuraciones culturales de las instituciones participantes (Servicios públicos, privados, grupos de interés, etc.) poco familiarizadas con la articulación en redes de relaciones y trabajo conjunto. Es por ello que, se requiere pensar en un sistema de información de apoyo decisional que otorgue operatividad al sistema de protección Chile Solidario, basado en el desarrollo de nuevas herramientas y que tenga las siguientes características:
a. Que incorpore el aprendizaje social con un fuerte énfasis en la participación de no expertos.
b. Que opere en tiempo real uniendo conocimiento y acción,
c. Que sea de carácter descentralizado, que privilegie las regiones y las localidades como una forma de comprometer a la población afectada.
En este contexto se inscribe el desarrollo de la plataforma tecnológica SIIS Sistema Integrado de Información Social - Chile Solidario, concebido con una estructura modular orientada a apoyar la gestión a partir del fortalecimiento de la conectividad del dispositivo asociativo nacional, regional, provincial y comunal, de la planificación, seguimiento y control de las familias adscritas al Sistema de Protección Social (Ley 19.949). El sistema SIIS está orientado a apoyar a las e instituciones personas que trabajan en el logro de los objetivos del Chile Solidario, a partir del desarrollo de herramientas tecnológicas que maximicen sus capacidades y competencias para su efectivo desempeño.
En la actualidad, con la implementación de los Módulos de Monitoreo Familias Puente y Seguimiento Post-Puente, el SIIS configura un observatorio social para gestionar, tanto la demanda de las familias insertas en el sistema de protección social, favoreciendo mayores niveles de pertinencia de la oferta publica programática como de subsidios en dichos ámbitos.
Los distintos módulos que conforman la plataforma informática del sistema de seguimiento y gestión, se estructuran sobre el concepto de capital social, y se orientan a facilitar el trabajo en Red de distintas instituciones y articular los compromisos sectoriales (convenio-metas) con las demandas de prestaciones, para la satisfacción de condiciones mínimas de las familias CHS. La plataforma informática basada en el concepto de Capital Social nos permitirá transitar de modelos basados en tablas y gráficos estadísticos, a imágenes virtuales y dinámicas del territorio en el que habitan las familias de extrema pobreza representándolos de manera integral con sus características ambientales, productivas, de infraestructura, de servicios entre otras, para establecer a través del dialogo y del auto aprendizaje, los escenarios posibles de desarrollo que modifiquen aquellos aspectos estructurales que condicionan la satisfacción de sus necesidades humanas fundamentales.
En este contexto, la incorporación de tecnologías para el aprendizaje en red adquiere sentido estratégico al ser parte de la plataforma SIIS como un soporte de interacción social y de aprendizaje continuo asociado a las prácticas de gestión del Sistema Chile Solidario. La integración de plataformas de información y sistemas de aprendizaje será crucial para promover un cambio cultural en las personas y organizaciones que llevan adelante la política social de superación de la extrema pobreza en nuestro país, a través la introducción de nuevos modelos de trabajo en red y el uso intensivo de las tecnologías de información y comunicaciones para la gestión y el aprendizaje.
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